SISTEMAS
EDUCATIVOS, CULTURAS ESCOLARES Y REFORMAS
ANTONIO
VIÑAO
Lic.
Paloma Edith Ventura Valenzuela.
CULTURA
ESCOLAR, CULTURAS ESCOLARES O CULTURAS DE O SOBRE LA ESCUELA
Desde una perspectiva
histórica, resulta más fructífero hablar de la cultura escolar en forma plural,
es decir “culturas escolares”.
Tomando en cuenta que cada
escuela es un caso, es decir, posee su propia cultura, características
peculiares, etc. No existen dos escuelas, colegios, institutos o universidades
iguales, incluso en los distintos grados académicos existe una distinta cultura
escolar.
Ello explica, en buena
parte, los problemas que se presentan a los alumnos en el tránsito de la
enseñanza primaria a la secundaria, y
los conflictos que surgen cuando se integran en un mismo establecimiento
profesores de uno y otro nivel educativo.
Así pues, dentro de las
instituciones encontramos “subculturas escolares”, como la cultura de los
alumnos, la cultura de las familias o padres, la cultura del personal de
administración y servicios con sus correspondientes expectativas, intereses,
mentalidad y modos de proceder. Incluso en el ámbito de la cultura de los
profesores existen “subculturas”.
Existen, pues, culturas
especificas de cada nivel educativo, y de cada uno de los grupos de actores que
intervienen en la vida cotidiana de las instituciones de enseñanza, así como
subculturas más especificas. Esta doble interacción y enfrentamiento de la
cultura de los profesores y maestros con la cultura de los reformadores y gestores
y la de los expertos o científicos de la educación es la que explica el fracaso
de las reformas educativas.
CULTURA ESCOLAR E IDENTIDAD
Como ya comentamos anteriormente, la cultura escolar se refiere a aquellos
aprendizajes que se dan dentro de la institución escolar, las pautas de
relaciones que se establecen así como, los significados y comportamientos. Estos
aprendizajes se pretenden provocar a las nuevas generaciones a través de la
institución escolar.
Por lo anterior, La escuela debería convertirse en un espacio de
encuentro donde se revelen los elementos de la cultura y donde se conozca la
cultura experiencial de los alumnos derivada de los escenarios sociales en los
que hasta el momento del ingreso a la escuela han constituido los principales
espacios de aprendizaje, principalmente en la familia, y de esta forma brindar
los conocimientos académicos relacionados y abiertos a la cultura vivencial del
individuo.
La escuela es el centro donde se realiza esta interacción entre la cultura experiencial adquirida en la familia y la cultura
escolar.
La escuela va a hacer visible la cultura escolar en el alumno a través
del currículum que es la forma de organizar los conocimientos que se adquieren
de manera planificada y formal, por medio de textos, elaboración docente,
etc.). Existen alumnos que demuestran ser muy capaces de aprender en la cultura
experiencial. Sin embargo, en la escuela no revelan la misma capacidad, ¿por
que se produce esa ruptura entre vida cotidiana y escuela? ¿cómo repercuten
estas culturas en la formación de la identidad?
Uno de las dificultades radica en la dicotomía entre los contenidos de
la escuela con la vida cotidiana, al presentar tal grado de abstracción que
carecen del valor práctico para ser utilizados en el día a día. El sujeto aprende las estrategias para solucionar los problemas en la escuela, pero el objetivo es enseñar aprendizajes significativos, conectados con la realidad
social. Son estos contenidos los que nutren, los verdaderos desarrolladores de
la identidad personal.
Asi pues, la vía de asimilación de la cultura es el
aprendizaje significativo
Vigotsky y Bruner destacan la
importancia de crear espacios de diálogo, de significados compartidos,
entre lo que el alumno trae y lo que el docente tiene para ofrecerle del
conocimiento de su disciplina.
El aula debe ser un ámbito donde se vincula la cultura escolar con la
experiencial y viceversa, lo ideal es que cuando el individuo termina su ciclo
de enseñanza institucional, interprete la realidad con la mezcla de los
aprendizajes escolares y los experienciales.
Todo esto se podrá llevar a cabo, si el docente tiene en cuenta, los
conocimientos, intereses y preocupaciones que tiene el alumno; y por sobre
todas las cosas si tiene presente que el alumno es un ser social que actúa
fuera de la Institución Educativa.
Dentro de la escuela se ponen de manifiesto las contradicciones,
conflictos y exigencias de los distintos sectores de la sociedad y por tanto el escolar va a aprender a vivir dentro de una sociedad de
contradicciones. La escuela no existe cual una isla separada de la realidad política, económico y social.
En la actualidad influye en la escuela y en la familia una cultura con
valores deseables, universales y humanistas y antivalores (consumo, individualismo extremo, absoluto poder del mercado), que pueden también incidir en la construcción de significados y en la
formación de la identidad.
En la edad juvenil el/la joven que ingresa en la Escuela para cursar
estudios superiores trae consigo las experiencias vividas, integradas a una
identidad personal y cultural definida. En el encuentro con nuevas identidades
tratará de re definir la propia identidad y de dar respuesta a cuestionamientos
esenciales ¿Quién soy yo? y alcanzar una cierta estabilidad de su identidad que
no cambia en cada ambiente, relación o situación en que encuentre.
La identidad personal madura es expresión de la posibilidad del sujeto
de establecer relaciones maduras y de la toma de una opción de vida estable y
una opción de valores significativos; y la definición y autodeterminación
profesional completan la formación de la identidad al estar en capacidad de
responder a las preguntas: ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿En qué dirección debo orientar mi existencia? ¿Por quién y por qué empeñar mis
esfuerzos?
Negar el papel de la escuela hoy a pesar de los cantos de sirena de un
mundo globalizado y del poder de los medios masivos de comunicación y de las nuevas técnicas de la información y proponer que los individuos pueden aprender y desarrollarse solos,
que las trabas y éxitos están marcados por las condicionantes naturales,
resulta algo inoperante, seria incompleta la formación desconociendo la
dimensión social de la educación como proceso de interacción interpersonal.
Juegan un papel preponderante los medios masivos de comunicación, que en
la actualidad constituyen una competencia para la escuela, ya que estos son un canal mucho más poderoso y
atractivo de proveer información (cultura de la imagen). El estudiante llega a la escuela no sólo con la cultura familiar sino
también con un fuerte influjo cultural, proveniente no solo de la cultura local
sino internacional, producto de la globalización en la que estamos insertos.