martes, 9 de abril de 2013

SEXTA ENTRADA CULTURA ESCOLAR, CULTURAS ESCOLARES O CULTURAS DE O SOBRE LA ESCUELA


SISTEMAS EDUCATIVOS, CULTURAS ESCOLARES Y REFORMAS
ANTONIO VIÑAO

Lic. Paloma Edith Ventura Valenzuela.

CULTURA ESCOLAR, CULTURAS ESCOLARES O CULTURAS DE O SOBRE LA ESCUELA

Desde una perspectiva histórica, resulta más fructífero hablar de la cultura escolar en forma plural, es decir “culturas escolares”.

Tomando en cuenta que cada escuela es un caso, es decir, posee su propia cultura, características peculiares, etc. No existen dos escuelas, colegios, institutos o universidades iguales, incluso en los distintos grados académicos existe una distinta cultura escolar.

Ello explica, en buena parte, los problemas que se presentan a los alumnos en el tránsito de la enseñanza primaria a la  secundaria, y los conflictos que surgen cuando se integran en un mismo establecimiento profesores de uno y otro nivel educativo.

Así pues, dentro de las instituciones encontramos “subculturas escolares”, como la cultura de los alumnos, la cultura de las familias o padres, la cultura del personal de administración y servicios con sus correspondientes expectativas, intereses, mentalidad y modos de proceder. Incluso en el ámbito de la cultura de los profesores existen “subculturas”.

Existen, pues, culturas especificas de cada nivel educativo, y de cada uno de los grupos de actores que intervienen en la vida cotidiana de las instituciones de enseñanza, así como subculturas más especificas. Esta doble interacción y enfrentamiento de la cultura de los profesores y maestros con la cultura de los reformadores y gestores y la de los expertos o científicos de la educación es la que explica el fracaso de las reformas educativas.

CULTURA ESCOLAR E IDENTIDAD

Como ya comentamos anteriormente, la cultura escolar se refiere a aquellos aprendizajes que se dan dentro de la institución escolar, las pautas de relaciones que se establecen así como, los significados y comportamientos. Estos aprendizajes se pretenden provocar a las nuevas generaciones a través de la institución escolar.

Por lo anterior, La escuela debería convertirse en un espacio de encuentro donde se revelen los elementos de la cultura y donde se conozca la cultura experiencial de los alumnos derivada de los escenarios sociales en los que hasta el momento del ingreso a la escuela han constituido los principales espacios de aprendizaje, principalmente en la familia, y de esta forma brindar los conocimientos académicos relacionados y abiertos a la cultura vivencial del individuo.

La escuela es el centro donde se realiza esta interacción entre la cultura experiencial adquirida en la familia y la cultura escolar.

La escuela va a hacer visible la cultura escolar en el alumno a través del currículum que es la forma de organizar los conocimientos que se adquieren de manera planificada y formal, por medio de textos, elaboración docente, etc.). Existen alumnos que demuestran ser muy capaces de aprender en la cultura experiencial. Sin embargo, en la escuela no revelan la misma capacidad, ¿por que se produce esa ruptura entre vida cotidiana y escuela? ¿cómo repercuten estas culturas en la formación de la identidad?

Uno de las dificultades radica en la dicotomía entre los contenidos de la escuela con la vida cotidiana, al presentar tal grado de abstracción que carecen del valor práctico para ser utilizados en el día a día. El sujeto aprende las estrategias para solucionar los problemas en la escuela, pero el objetivo es enseñar aprendizajes significativos, conectados con la realidad social. Son estos contenidos los que nutren, los verdaderos desarrolladores de la identidad personal.

Asi pues, la vía de asimilación de la cultura es el aprendizaje significativo

Vigotsky y Bruner destacan la importancia de crear espacios de diálogo, de significados compartidos, entre lo que el alumno trae y lo que el docente tiene para ofrecerle del conocimiento de su disciplina.

El aula debe ser un ámbito donde se vincula la cultura escolar con la experiencial y viceversa, lo ideal es que cuando el individuo termina su ciclo de enseñanza institucional, interprete la realidad con la mezcla de los aprendizajes escolares y los experienciales.

Todo esto se podrá llevar a cabo, si el docente tiene en cuenta, los conocimientos, intereses y preocupaciones que tiene el alumno; y por sobre todas las cosas si tiene presente que el alumno es un ser social que actúa fuera de la Institución Educativa.

Dentro de la escuela se ponen de manifiesto las contradicciones, conflictos y exigencias de los distintos sectores de la sociedad y por tanto el escolar va a aprender a vivir dentro de una sociedad de contradicciones. La escuela no existe cual una isla separada de la realidad política, económico y social.

En la actualidad influye en la escuela y en la familia una cultura con valores deseables, universales y humanistas y antivalores (consumo, individualismo extremo, absoluto poder del mercado), que pueden también incidir en la construcción de significados y en la formación de la identidad.

En la edad juvenil el/la joven que ingresa en la Escuela para cursar estudios superiores trae consigo las experiencias vividas, integradas a una identidad personal y cultural definida. En el encuentro con nuevas identidades tratará de re definir la propia identidad y de dar respuesta a cuestionamientos esenciales ¿Quién soy yo? y alcanzar una cierta estabilidad de su identidad que no cambia en cada ambiente, relación o situación en que encuentre.

La identidad personal madura es expresión de la posibilidad del sujeto de establecer relaciones maduras y de la toma de una opción de vida estable y una opción de valores significativos; y la definición y autodeterminación profesional completan la formación de la identidad al estar en capacidad de responder a las preguntas: ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿En qué dirección debo orientar mi existencia? ¿Por quién y por qué empeñar mis esfuerzos?

Negar el papel de la escuela hoy a pesar de los cantos de sirena de un mundo globalizado y del poder de los medios masivos de comunicación y de las nuevas técnicas de la información y proponer que los individuos pueden aprender y desarrollarse solos, que las trabas y éxitos están marcados por las condicionantes naturales, resulta algo inoperante, seria incompleta la formación desconociendo la dimensión social de la educación como proceso de interacción interpersonal.

Juegan un papel preponderante los medios masivos de comunicación, que en la actualidad constituyen una competencia para la escuela, ya que estos son un canal mucho más poderoso y atractivo de proveer información (cultura de la imagen). El estudiante llega a la escuela no sólo con la cultura familiar sino también con un fuerte influjo cultural, proveniente no solo de la cultura local sino internacional, producto de la globalización en la que estamos insertos.

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