martes, 21 de mayo de 2013

LOS HEREDEROS. LOS ESTUDIANTES Y LA CULTURA LA ELECCIÓN DE LOS ELEGIDOS.


LOS HEREDEROS
LOS ESTUDIANTES Y LA CULTURA
LA ELECCION DE LOS ELEGIDOS
                                     PIERRE BOURDIEU Y JEAN-CLAUDE PASSERON


LIC. PALOMA EDITH VENTURA VALENZUELA

El autor aborda el tema de la desigualdad social que ha prevalecido desde hace cientos de años, a causa de la cual, la escuela y el derecho o forma de acceder a ella se ha convertido en un privilegio solo de unos cuantos.

Desde el hecho de ser hijo de un obrero o trabajador de clase media, hasta el hecho de provenir de una ciudad distinta a donde se ubica la escuela, son inconvenientes que han influido desde siempre para que los estudiantes se vean coartados en su derecho de accesar a escuelas públicas, y que más decir, privadas.

Otra limitación a la que se enfrentan algunos estudiantes es la restricción de la elección con relación a carreras, pues solo les es posible acceder a determinadas carreras y no a todas las existentes.

De igual forma, aborda el tema de la discriminación femenina que también repercute en las opciones de estudios ofertadas.

Otro aspecto importante lo representa la religión, pues es marcada la tendencia a que las mujeres hijas de familias católicas consideraban un desperdicio los estudios para las mujeres; sin embargo, dicho aspecto no es tan significativo como los estratos sociales.

Al definir las posibilidades, condiciones de vida o de trabajo completamente diferentes, el origen social es de todos los determinantes, el único que extiende su influencia a todos los dominios y los niveles de la experiencia de los estudiantes, y en primer lugar, a sus condiciones de existencia.
La consciencia de que los estudios, (sobre todo algunas carreras) cuestan caras, y sobre todo profesiones a las cuales es imposible dedicarse si no se cuenta con un patrimonio propio, así pues, la que no son consideradas “redituables” al 100% o de pronta aplicación laboral.

Así pues, los estudiantes más favorecidos poseen hábitos provenientes a sus orígenes, los cuales favorecen el mejor desempeño y aprovechamiento.

Considera el autor una desigualdad de condiciones para los hijos de los obreros, así como una calidad de aprendizajes poco accesibles y difíciles de asimilar por éstos.
Enuncia como las ventajas o desventajas sociales pesan tan intensamente sobre las carreras educativas y mas generalmente sobre la vida cultural, y aunque pueden ser evidentes o imperceptibles, son acumulativas, es decir, pasan de generación en generación.

Evidencia la enseñanza superior como perpetuadora del privilegio social. Menciona también, que una igualación de los medios económicos podría ayudar a mejorar dichas desigualdades, sin embargo, no sería de gran trascendencia debido al contexto ejercido por la sociedad.

Profundiza en el hecho de si realmente los "elegidos" por la vida y las situaciones para estudiar, realmente eligen hacerlo, o son las circunstancias y el peso de la familia y el mismo sistema que busca la perpetuación de la clase económica, quienes definen esto por ellos.

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